Cine, lo que vamos viendo. Cinco reseñas (publicación nº 17)
Fecha estelar: -306888.5
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Películas reseñadas:
- Sicario (2015)
- 2046 (2004)
- Laura (1944)
- Déjame entrar (2008)
- Déjame entrar (2010)
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Películas reseñadas:
- Sicario (2015)
- 2046 (2004)
- Laura (1944)
- Déjame entrar (2008)
- Déjame entrar (2010)
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Sicario (2015).
Dir. Denis Villeneuve
Excelente thriller rodado por Denis Villeneuve que se está mostrando como un importante director con sello propio. Desde luego ya lo fue en la notabilísima Prisioneros (2013) y en esta de Sicario va en la misma línea.
Película con nervio y buen ritmo y sin concesión alguna que esconde la idea principal, la verdad del asunto, en un misterio que la agente del FBI Kate Macer (Emily Blunt) va a ir descubriendo a lo largo del film. De hecho se puede decir que en realidad su papel no es más que un macguffin narrativo que el espectador tiene que ver, aunque lo que ciertamente interesa es lo que hay a su alrededor.
Una violencia cruda, muy seca, cortante y sin concesiones, muy bien rodada y con un Benicio del Toro que sobresale especialmente (y eso que en realidad habla muy poco). Muy de agradecer a Villeneuve que no caiga en el "americanismo idealista" al que, precisamente, termina abofeteando.
Habiendo visto recientemente el documental Cartel Land (2015) de Matthew Heineman, se puede comparar para ver que la ambientación, los escenarios son realistas a más no poder, con una fotografía impecable, sobre todo de los espacios abiertos. Por cierto, imposible no recordar La Isla Mínima (2014) de Alberto Rodríguez cuando Villeneuve utiliza el mismo recurso con planos cenitales aéreos y panorámicos que muestran la belleza del desierto y que el infierno se ve muy pequeño desde allí.
8/10 - Notable
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2046 (2004).
Dir. Wong Kar-Wai.
Una película altamente valorada en general, para mentes superiores.
Puro artificio estilístico con trama (si es que la hay) desestructurada que consigue en la mayoría opiniones como "genial poema", "composición musical de la imagen", "la Casablanca del siglo XIX", "las imágenes tienen una temperatura poética originalísima", etc, etc.
No es mi caso, que por cierto, no escarmienta después de ver otros bodrios desectructurados encabezados por El Atlas de las Nubes (2012). Me ha costado un esfuerzo considerable no caer en manos de Morfeo llegando a perder la cuenta de las cabezadas. Una de dos, o no es película para ver a las cuatro de la tarde o es que mi estructura neuronal es incapaz de acercarse al lirismo estilista este lleno de encuadres excelsos, puestos para la admiración infinita.
Y no le pongo un dos por culpa de mi idolatrada Zhang Ziyi, al menos sí que hay belleza que contemplar por aquí.
3/10 - Floja
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Laura (1944).
Dir. Otto Preminger.
Cada vez que se revisita un clásico acude la misma cuestión ¿cómo es posible filmar una obra redonda, contar una historia en 85 minutos? Quentin Tarantino ha necesitado casi tres horas de hablar, hablar y hablar para contar una historia en sus Odiosos Ocho. En Laura también se habla, también es una obra muy teatral, pero con unos diálogos tanto o más elaborados. La agilidad narrativa se da porque nada de lo que se dice está de sobra, todo se centra en la historia principal y se dejan detalles, tanto en diálogos como en las escenas e interpretaciones, para que el espectador piense por sí mismo. Otto Preminger creó una película que setenta y cinco años después no ha perdido ni un punto de interés.
La película está muy por encima de muchas del género sobre todo por su trio principal de actores donde destaca la inmensa actuación de Clifton Webb en el papel de Waldo. Pero es que Preminger nos hace detectives, los que vemos la película estamos en ella como también lo está el detective McPherson (Dana Andrews). Y es muy difícil que el espectador no acabe como él, con los mismos sentimientos por Laura. Bien es cierto que es esta parte de la historia la que, en mi opinión, peor contada está. La obsesión-admiración del detective por alguien que está entre los muertos fue contada precisamente mucho mejor por Alfred Hitchcock catorce años después. No me negarán que la historia es, en lo referente al detective y en sus aspectos más básicos, la misma que en Vértigo.
9/10 - Muy buena
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Déjame entrar (2008).
Dir. Tomas Alfredson.
Lo digo desde el principio, en el tema de vampiros y contando con todos los clásicos, esta es de las mejores películas que he podido ver, sino la mejor.
Tomas Alfredson se marca aquí una película fría, muy fría. Y no solo porque se desarrolle en un invierno en Suecia en los años ochenta, sino porque la frialdad es premeditada. El tratamiento desazonador del tema vampírico, a través de la increíble interpretación de Lina Leandersson con solo trece años, hace imposible no recordar aquí El Ansia de Tony Scott. De hecho, lo que se cuenta en El Ansia es básicamente lo mismo que se cuenta aquí, pero siendo el vampiro, que eternamente lucha contra la soledad, una niña de doce años.
Déjame entrar es película pausada que siempre avanza con paso firme hacia su perfecto final. También es película que requiere de la atención del espectador al que no le cuentan las cosas, no se las están explicando continuamente como si fuera un idiota. La sutileza de las imágenes remarcando los silencios, los gestos, el rostro de Lina Leandersson, son el único calor que se puede encontrar en la “gelidez” de todo lo demás. El tema del acoso escolar, aún siendo importante en la historia, es lo único que la ralentiza aún más en algún momento central. Y es que, cuando no aparece el “alma” de la película, la niña vampira, la película se aleja de ser una obra maestra absoluta.
Lo curioso de todo esto, lo mejor de todo, es que Alfredson consigue del espectador comprensión, entendimiento y compasión por el vampiro. La realidad es que caemos inevitablemente en la trampa del monstruo.
La música de Johan Söderqvist es simplemente perfecta.
9/10 - Muy buena
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Déjame entrar (2010).
Dir. Matt Reeves.
No tiene sentido volver a hacer la misma película tan solo un año después del estreno de la original, y encima a peor. Será por la necesidad de tener que explicar las escenas, de tener un ritmo más dinámico, pero el resultado es que las sutilezas de un peliculón como Déjame entrar (2008) de Tomas Alfredson aquí se han borrado por completo. Diálogos alterados introduciendo supuestas aclaraciones, cambio de escenario, que las cosas deben pasar en Norteamérica, aumento del efectismo en las escenas, violencia mucho más tosca,…., la voz de la niña vampiro tipo Regan (El exorcista) ya es el colmo.
Chloë Grace Moretz no está mal como Abby, la niña vampiro, pero plantea un personaje diferente a la Eli de la película sueca (Lina Leandersson). Pero las diferencias con la película original son en realidad mínimas. No es esta película del Sr. Reeves un trabajo de autor, más parece un encargo. Quizás, sí que explota más las escenas inspiradas en La ventana indiscreta, o quiere introducir algún cambio de personaje para plantear una investigación policial, pero al final queda en nada. La muestra más clara está en la potentísima escena de la piscina de la película de Alfredson. Aquí esta escena no se le acerca ni de lejos.
La música de Michael Giacchino me parece que se inspira en bastantes ocasiones en la mítica banda sonora de La profecía de Jerry Goldsmith, pero bueno, esto dentro de las muy limitadas capacidades de mi oído musical.
En definitiva, una película totalmente innecesaria porque teniendo a mano caviar, para qué quieres frijoles.
5/10 - Pasable
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Recuerda, amigo lector, que estas reseñas están basadas única y exclusivamente en mi opinión y gusto personal que puede, o no, coincidir con la del resto de los mortales.
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Dir. Denis Villeneuve
Excelente thriller rodado por Denis Villeneuve que se está mostrando como un importante director con sello propio. Desde luego ya lo fue en la notabilísima Prisioneros (2013) y en esta de Sicario va en la misma línea.
Película con nervio y buen ritmo y sin concesión alguna que esconde la idea principal, la verdad del asunto, en un misterio que la agente del FBI Kate Macer (Emily Blunt) va a ir descubriendo a lo largo del film. De hecho se puede decir que en realidad su papel no es más que un macguffin narrativo que el espectador tiene que ver, aunque lo que ciertamente interesa es lo que hay a su alrededor.
Una violencia cruda, muy seca, cortante y sin concesiones, muy bien rodada y con un Benicio del Toro que sobresale especialmente (y eso que en realidad habla muy poco). Muy de agradecer a Villeneuve que no caiga en el "americanismo idealista" al que, precisamente, termina abofeteando.
Habiendo visto recientemente el documental Cartel Land (2015) de Matthew Heineman, se puede comparar para ver que la ambientación, los escenarios son realistas a más no poder, con una fotografía impecable, sobre todo de los espacios abiertos. Por cierto, imposible no recordar La Isla Mínima (2014) de Alberto Rodríguez cuando Villeneuve utiliza el mismo recurso con planos cenitales aéreos y panorámicos que muestran la belleza del desierto y que el infierno se ve muy pequeño desde allí.
8/10 - Notable
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Dir. Wong Kar-Wai.
Una película altamente valorada en general, para mentes superiores.
Puro artificio estilístico con trama (si es que la hay) desestructurada que consigue en la mayoría opiniones como "genial poema", "composición musical de la imagen", "la Casablanca del siglo XIX", "las imágenes tienen una temperatura poética originalísima", etc, etc.
No es mi caso, que por cierto, no escarmienta después de ver otros bodrios desectructurados encabezados por El Atlas de las Nubes (2012). Me ha costado un esfuerzo considerable no caer en manos de Morfeo llegando a perder la cuenta de las cabezadas. Una de dos, o no es película para ver a las cuatro de la tarde o es que mi estructura neuronal es incapaz de acercarse al lirismo estilista este lleno de encuadres excelsos, puestos para la admiración infinita.
Y no le pongo un dos por culpa de mi idolatrada Zhang Ziyi, al menos sí que hay belleza que contemplar por aquí.
3/10 - Floja
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Dir. Otto Preminger.
Cada vez que se revisita un clásico acude la misma cuestión ¿cómo es posible filmar una obra redonda, contar una historia en 85 minutos? Quentin Tarantino ha necesitado casi tres horas de hablar, hablar y hablar para contar una historia en sus Odiosos Ocho. En Laura también se habla, también es una obra muy teatral, pero con unos diálogos tanto o más elaborados. La agilidad narrativa se da porque nada de lo que se dice está de sobra, todo se centra en la historia principal y se dejan detalles, tanto en diálogos como en las escenas e interpretaciones, para que el espectador piense por sí mismo. Otto Preminger creó una película que setenta y cinco años después no ha perdido ni un punto de interés.
La película está muy por encima de muchas del género sobre todo por su trio principal de actores donde destaca la inmensa actuación de Clifton Webb en el papel de Waldo. Pero es que Preminger nos hace detectives, los que vemos la película estamos en ella como también lo está el detective McPherson (Dana Andrews). Y es muy difícil que el espectador no acabe como él, con los mismos sentimientos por Laura. Bien es cierto que es esta parte de la historia la que, en mi opinión, peor contada está. La obsesión-admiración del detective por alguien que está entre los muertos fue contada precisamente mucho mejor por Alfred Hitchcock catorce años después. No me negarán que la historia es, en lo referente al detective y en sus aspectos más básicos, la misma que en Vértigo.
9/10 - Muy buena
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Dir. Tomas Alfredson.
Lo digo desde el principio, en el tema de vampiros y contando con todos los clásicos, esta es de las mejores películas que he podido ver, sino la mejor.
Tomas Alfredson se marca aquí una película fría, muy fría. Y no solo porque se desarrolle en un invierno en Suecia en los años ochenta, sino porque la frialdad es premeditada. El tratamiento desazonador del tema vampírico, a través de la increíble interpretación de Lina Leandersson con solo trece años, hace imposible no recordar aquí El Ansia de Tony Scott. De hecho, lo que se cuenta en El Ansia es básicamente lo mismo que se cuenta aquí, pero siendo el vampiro, que eternamente lucha contra la soledad, una niña de doce años.
Déjame entrar es película pausada que siempre avanza con paso firme hacia su perfecto final. También es película que requiere de la atención del espectador al que no le cuentan las cosas, no se las están explicando continuamente como si fuera un idiota. La sutileza de las imágenes remarcando los silencios, los gestos, el rostro de Lina Leandersson, son el único calor que se puede encontrar en la “gelidez” de todo lo demás. El tema del acoso escolar, aún siendo importante en la historia, es lo único que la ralentiza aún más en algún momento central. Y es que, cuando no aparece el “alma” de la película, la niña vampira, la película se aleja de ser una obra maestra absoluta.
Lo curioso de todo esto, lo mejor de todo, es que Alfredson consigue del espectador comprensión, entendimiento y compasión por el vampiro. La realidad es que caemos inevitablemente en la trampa del monstruo.
La música de Johan Söderqvist es simplemente perfecta.
9/10 - Muy buena
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Dir. Matt Reeves.
No tiene sentido volver a hacer la misma película tan solo un año después del estreno de la original, y encima a peor. Será por la necesidad de tener que explicar las escenas, de tener un ritmo más dinámico, pero el resultado es que las sutilezas de un peliculón como Déjame entrar (2008) de Tomas Alfredson aquí se han borrado por completo. Diálogos alterados introduciendo supuestas aclaraciones, cambio de escenario, que las cosas deben pasar en Norteamérica, aumento del efectismo en las escenas, violencia mucho más tosca,…., la voz de la niña vampiro tipo Regan (El exorcista) ya es el colmo.
Chloë Grace Moretz no está mal como Abby, la niña vampiro, pero plantea un personaje diferente a la Eli de la película sueca (Lina Leandersson). Pero las diferencias con la película original son en realidad mínimas. No es esta película del Sr. Reeves un trabajo de autor, más parece un encargo. Quizás, sí que explota más las escenas inspiradas en La ventana indiscreta, o quiere introducir algún cambio de personaje para plantear una investigación policial, pero al final queda en nada. La muestra más clara está en la potentísima escena de la piscina de la película de Alfredson. Aquí esta escena no se le acerca ni de lejos.
La música de Michael Giacchino me parece que se inspira en bastantes ocasiones en la mítica banda sonora de La profecía de Jerry Goldsmith, pero bueno, esto dentro de las muy limitadas capacidades de mi oído musical.
En definitiva, una película totalmente innecesaria porque teniendo a mano caviar, para qué quieres frijoles.
5/10 - Pasable
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Recuerda, amigo lector, que estas reseñas están basadas única y exclusivamente en mi opinión y gusto personal que puede, o no, coincidir con la del resto de los mortales.
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