Psycho-Pass
Fecha estelar: -309011.7
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Esta reseña está referida a la primera temporada de la serie.
La influencia de Ghost in the Shell (GITS) en Psycho-Pass es innegable, tanto a nivel del tipo de historia que se cuenta como en el diseño de fondos urbanos, paisajes, artilugios y personajes, habitantes de un universo situado en un futuro no muy lejano. A cambio de la Sección Policial de Seguridad Pública (Sección 9), aquí tenemos a la Sección de Crimen de Seguridad Pública (Unidad 1); al igual que en GITS, la sociedad japonesa está altamente informatizada, aunque aquí no hay una red que conecte cerebros alojados en cuerpos prostéticos, pero sí es posible medir en las personas su estado mental y su personalidad así como la probabilidad de que vayan a cometer delitos. Si en una persona se mide su coeficiente de criminalidad y es muy alto, puede ser detenida, reeducada o, incluso, eliminada.
Pero GITS no es la única idea que se puede apreciar en Psycho-Pass. Empezando por la más que evidente influencia del Gran Hermano de la novela 1984 de George Orwell y pasando por la existencia de unos ejecutores dentro de la Unidad 1 que me recuerdan mucho al Juez Dredd. Otros ejemplos: las decoraciones y entornos en los que se envuelven los personajes son debidos a una tecnología que no tiene nada que envidiar a la empleada en la sala holográfica del Enterprise, o también que en los primeros episodios se visualizan las interacciones sociales en la red de redes de una forma muy similar a la ya vista en la interesante Summer Wars (2009) de Mamoru Hosoda. Una última: el homenaje a Blade Runner es bastante evidente (o así me lo parece) con el diseño de la torre de la sede policial de la Unidad 1. En varias ocasiones la cámara hace un descenso sobre la parte superior de la torre idéntico al que se puede ver en la película de Ridley Scott cuando el vehículo autopropulsado va a aterrizar sobre su terraza.
Todo este compendio de ideas e influencias son llevadas de una manera, me parece, muy brillante en el primer tercio de la serie. Se hace muy interesante ver la forma de desenvolverse de los personajes en este futuro absorbente, sobre todo porque es en este primer tercio de serie la cuando se resuelven casos que no llevan más de un par de episodios. Las tramas están bien, no son tan complejas y difíciles de seguir como en GITS, quizás porque se centran en las investigaciones y no se meten en el universo socio-político en el que se desarrollan. Pero pronto vemos que las investigaciones se relacionan con un único caso, que será el que se desarrolle y resuelva en la segunda mitad de la serie. Y aunque la historia que se cuenta está bien, me parece demasiado recargada en el ámbito filosófico y la serie pronto se olvida de todo el universo tecnológico que se nos había presentado para centrarse en una, por momentos, convencional historia de unos protagonistas perseguidores y de una perseguida mente brillante, todo ello aderezado con historias de superación personal y romance por desarrollar (habrá una segunda temporada). En este aspecto GITS es muy superior. En GITS las historias que se cuentan están inmersas, son imposibles sin su contexto ultra-tecnificado. En Psycho-Pass ocurre lo mismo pero sólo al principio, porque pronto el escenario del futuro es una mera escusa que deja de ser protagonista para desarrollar una historia muy acostumbrada. Es la diferencia entre un sobresaliente y un notable.
El segundo opening de la serie que me recuerda en su estilo al de la mítica Cowboy Bebop. El tema que suena es Out of Control interpretado por la banda de J-Rock Nothing's Carved in Stone. La factura técnica de la serie, producida por el Estudio IG, es impecable.
Para finalizar un AMV con el tema completo del primer ending de la serie, Namae no nai Kaibutsu, interpretado por el grupo Supercell
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Esta reseña está referida a la primera temporada de la serie.
Psycho-Pass (2012) es una serie de 22 episodios en su primera temporada, dirigida por Naoyoshi Shiotani. Se puede considerar, al menos al principio, una serie de ciencia-ficción dura, de tono ciberpunk, ya que nos encontramos con un planteamiento realista en el ámbito de la ciencia y la tecnología, muy alejado de las fantasías inaceptables que nos tragamos en otros subgéneros de la ciencia-ficción. Es un futuro muy posible en muchos de sus aspectos.
Pero GITS no es la única idea que se puede apreciar en Psycho-Pass. Empezando por la más que evidente influencia del Gran Hermano de la novela 1984 de George Orwell y pasando por la existencia de unos ejecutores dentro de la Unidad 1 que me recuerdan mucho al Juez Dredd. Otros ejemplos: las decoraciones y entornos en los que se envuelven los personajes son debidos a una tecnología que no tiene nada que envidiar a la empleada en la sala holográfica del Enterprise, o también que en los primeros episodios se visualizan las interacciones sociales en la red de redes de una forma muy similar a la ya vista en la interesante Summer Wars (2009) de Mamoru Hosoda. Una última: el homenaje a Blade Runner es bastante evidente (o así me lo parece) con el diseño de la torre de la sede policial de la Unidad 1. En varias ocasiones la cámara hace un descenso sobre la parte superior de la torre idéntico al que se puede ver en la película de Ridley Scott cuando el vehículo autopropulsado va a aterrizar sobre su terraza.
El segundo opening de la serie que me recuerda en su estilo al de la mítica Cowboy Bebop. El tema que suena es Out of Control interpretado por la banda de J-Rock Nothing's Carved in Stone. La factura técnica de la serie, producida por el Estudio IG, es impecable.
Para finalizar un AMV con el tema completo del primer ending de la serie, Namae no nai Kaibutsu, interpretado por el grupo Supercell
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