Por favor, que paren el Enterprise, ¡yo me quiero bajar!

Fecha estelar: -309497.2
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La siguiente entrada es para hacer una crítica personal al último film de J. J. Abrams: Star Trek: en la oscuridad (2013), que se estrena en España el próximo viernes 5 de julio.


Hace tiempo, en una entrada anterior ya me esperaba lo peor. Aquellos vaticinios se han confirmado.

Valoración general: 3 (floja).


El cartel ya lo está diciendo: en esta película
también tenemos CGI para derribar edificios
J. J. Abrams ha consumado lo que ya se intuía en su anterior película: se ha cargado todo el sentido que tenía Star Trek a través de sus series, películas clásicas y películas de la Nueva Generación. Esto no es Star Trek, esto es aprovechar el nombre de la saga para hacer algo nuevo, adaptado a estos tiempos, un producto de consumo rápido y fácil para que el espectador no tenga que pensar mucho y a otra cosa que mañana se tragará la nueva de Transformers que, para el caso, es lo mismo.

“Estos son los viajes de la nave estelar Enterprise, en una misión que durará cinco años, dedicada a la exploración de mundos desconocidos” … dejando para el espectador sólidos guiones en muchos casos, ciencia ficción de la buena para descubrir un futuro imaginado y cómo podría ser el desarrollo de la exploración de los cuadrantes de la galaxia. Y ya de paso ver cómo los dilemas éticos se adaptan a esta visión del futuro, ver las relaciones personales dentro de la nave, los motivos que mueven a los protagonistas principales. Pero todo esto se ha perdido. Ni siquiera la nave es ya un protagonista más, hemos dejado de ver la sala-comedor, el camarote del capitán y los demás camarotes, la sala de tele-transportación, etc… todo esto ya no importa. Eso sí, vemos la sección de ingeniería, pero es un caos.

Los perpetradores del desaguisado: J.J. Abrams, Rob Moore,
Bryan Burk, Damon Lindelof, Alex Kurtzman, Roberto Orci
J. J. Abrams es listo y avispado porque intenta no perder al fan de las series. Para ello deja detallitos por aquí y por allá, con referencias claras a alguna película clásica con la que tiene, al final, un desarrollo cuasi-paralelo. Todo esto mantiene atento al trekkie, que conoce el material y que pasa parte del tiempo distraído con la comparación para así no aburrirse entre tanta carrera, salto y destrucción. Pero ya no cuela. El final de esta película me ha parecido simplemente un insulto a uno de los mitos de la franquicia.

Finalmente, como película tampoco se salva. El guion es flojo y predecible, cuando no simplemente malo (véase p. ej. Uhura en plan besitos y “a tí te pongo yo derecho”), los actores hablan a gritos todo el tiempo, aunque habría que salvar, quizás, a Benedict Cumberbatch. Además, cada vez tengo más claro que el CGI está haciendo mucho daño al cine de género. Acabo harto de ver lo bien que hacen aquello de destruir edificios, de plantear escenas de acción con persecuciones imposibles, de rodar con la cámara dentro de la acción y sin que ésta deje de moverse, del montaje frenético con planos que no llegan al segundo. Parece que es un verdadero problema no rodar estas escenas desde un plano medio. Será porque es la moda, la película-vídeo-juego en la que no me entero de casi nada de lo que pasa, pero es que me da igual, sólo espero a que la maravilla de escena que ha costado un pastón termine para para ver el resultado, muy predecible en cualquier caso.

Star Trek terminó con Némesis (que tampoco es que terminara bien), lo que ha hecho J. J. Abrams es otra cosa. Temo seriamente por la continuación de parte clásica de Star Wars.

¿Y los Klingon? ¿Pero qué han hecho con los Klingon?


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