La colina de las amapolas (Kokuriko-zaka kara)
Fecha estelar: -309735.8
___________________________
El guión en este caso corre a cargo de Hayao Miyazaki, basándose en un manga de Tetsurō Sayama y Chizuru Takahashi que entra en la categoría de Shōjo, del que particularmente no soy nada aficionado. Así, aunque la historia sentimental no está del todo mal, sí que resulta algo telenovelesca. Pero lo bueno aquí es todo aquello que rodea a la historia principal, el mundo alrededor de los protagonistas centrado en un pueblo costero del Japón de 1963. Un buen film que, como muchos del estudio Ghibli, retrata magníficamente (aquí la labor del director) las cosas pequeñas, la vida cotidiana en la que no pasa nada, el comenzar del día, las tareas en la casa-posada, el paseo por las calles del pueblo costero con sus colinas para subir y bajar, las tareas escolares y las relaciones entre los estudiantes en el Quartier Latin, edificio que alberga las asociaciones de estudiantes (¡que envidia no poder haber tenido algo así!). En cierto modo, será porque la serie está centrada en la misma época y en la vida estudiantil, Sakamichi no Apollón (2012) de Shinichirô Watanabe hace lo mismo.
Desde luego la calidad de la película se asienta en los pilares del estudio Ghibli. Primero una factura técnica perfecta. La calidad del dibujo y de los fondos está fuera de toda duda y permiten conocer y aprender cómo era la vida cotidiana en Japón en aquellos años. Pero también están aquí las influencias de otras grandes películas del estudio, sobre todo de Omohide Poro Poro (1991) de Isao Takahata que a mí me parece una obra maestra.
Trailer (Inglés)
.
.
___________________________
Hoy una recomendación para el último producto del estudio Ghibli que ha caído en mis manos.
Kokuriko-zaka kara (2011) es la segunda película de Goro Miyazaki, es el segundo largometraje del hijo de Hayao Miyazaki. El resultado es una obra excelente, superior al anterior film de Goro Miyazaki, Gedo Senki (2006). No obstante, aunque la opinión generalizada sobre Gedo Senki es que es un fracaso, por mi parte no me parece tanto para ser una ópera prima. Gedo Senki sí es un film irregular, quiere abarcar mucha temática en poco tiempo y no resulta redondo. No es el caso de Kokuriko-zaka kara, que con una duración inferior, es desarrollado y cerrado de una forma perfecta.
Kokuriko-zaka kara (2011) es la segunda película de Goro Miyazaki, es el segundo largometraje del hijo de Hayao Miyazaki. El resultado es una obra excelente, superior al anterior film de Goro Miyazaki, Gedo Senki (2006). No obstante, aunque la opinión generalizada sobre Gedo Senki es que es un fracaso, por mi parte no me parece tanto para ser una ópera prima. Gedo Senki sí es un film irregular, quiere abarcar mucha temática en poco tiempo y no resulta redondo. No es el caso de Kokuriko-zaka kara, que con una duración inferior, es desarrollado y cerrado de una forma perfecta.
El guión en este caso corre a cargo de Hayao Miyazaki, basándose en un manga de Tetsurō Sayama y Chizuru Takahashi que entra en la categoría de Shōjo, del que particularmente no soy nada aficionado. Así, aunque la historia sentimental no está del todo mal, sí que resulta algo telenovelesca. Pero lo bueno aquí es todo aquello que rodea a la historia principal, el mundo alrededor de los protagonistas centrado en un pueblo costero del Japón de 1963. Un buen film que, como muchos del estudio Ghibli, retrata magníficamente (aquí la labor del director) las cosas pequeñas, la vida cotidiana en la que no pasa nada, el comenzar del día, las tareas en la casa-posada, el paseo por las calles del pueblo costero con sus colinas para subir y bajar, las tareas escolares y las relaciones entre los estudiantes en el Quartier Latin, edificio que alberga las asociaciones de estudiantes (¡que envidia no poder haber tenido algo así!). En cierto modo, será porque la serie está centrada en la misma época y en la vida estudiantil, Sakamichi no Apollón (2012) de Shinichirô Watanabe hace lo mismo.
Desde luego la calidad de la película se asienta en los pilares del estudio Ghibli. Primero una factura técnica perfecta. La calidad del dibujo y de los fondos está fuera de toda duda y permiten conocer y aprender cómo era la vida cotidiana en Japón en aquellos años. Pero también están aquí las influencias de otras grandes películas del estudio, sobre todo de Omohide Poro Poro (1991) de Isao Takahata que a mí me parece una obra maestra.
Trailer (Inglés)
.
.
Comentarios
Publicar un comentario